Cuando hablamos de una sociedad meritocrática nos estamos refiriendo a una sociedad que se distribuye en función de los méritos y las competencias de sus habitantes. Hay que tener en cuenta que a mayor formación y profesionalidad, mayor número de oportunidades se tendrá de cara al mundo laboral.
La sociedad meritocrática ofrece una educación en igualdad de condiciones, medio que permite la cualificación de estos sujetos, dependiendo de sus preferencias y sus capacidades. Por eso cuando nos referimos una sociedad de esta índole hablamos de:
1. Que las posiciones sociales se distribuyen en según los méritos y los logros alcanzados, no de acuerdo a la herencia, patrimonio...
2. La educación formal constituye el medio a través del cual un individuo adquiere estas cualidades
3. El acceso a esta educación solo depende de las preferencias y las capacidades individuales, no de la imposibilidad de acceso a ésta según el nivel socioeconómico u otros motivos.
Ya lo decía Víctor Hugo:
"El éxito es algo repugnante; su falso parecido con el mérito engaña a los hombres".
"El éxito es algo repugnante; su falso parecido con el mérito engaña a los hombres".
También he de destacar otra frase célebre del filósofo argentino Mario Bunge:
"La igualdad no sirve si hay libertad. La finalidad de cualquier régimen es la realización del individuo. Eso requiere una sociedad meritocrática, que reconozca el valor del esfuerzo y el mérito individual. Sin que eso dé derecho a privilegios".
"La igualdad no sirve si hay libertad. La finalidad de cualquier régimen es la realización del individuo. Eso requiere una sociedad meritocrática, que reconozca el valor del esfuerzo y el mérito individual. Sin que eso dé derecho a privilegios".
Para finalizar, siguiendo esta temática, quiero mandar un mensaje de Albert Camus muy adecuado y motivador para todos vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario